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Puerto Triana, el proyecto «mutante»

ABC Sevilla | Jueves, 01 de Enero de 1970, 00:00:00

Las hemerotecas recogen los avatares del proyecto Puerto Triana desde que se gestara tras la Expo 92. Casi quince años después han cambiado sus promotores (algunos huyeron ante el riesgo económico, otros tiraron la toalla y algunos fueron invitados a irse), su edificabilidad, el diseño, los usos y hasta las posiciones de las administraciones y de los partidos, sobre todo el de Izquierda Unida. El proyecto original y el actual son las dos caras de una misma moneda.

En cuanto al accionariado, la sociedad fue creada por las cajas El Monte y San Fernando (con un 25% cada una), Mundivivienda-Ayesa (25%) y Grupo Dos (25%). Rodamco entró después con un 40%, quedando el resto en manos de las cajas (23% cada una), Ayesa-Mundivivienda (7%) y Grupo Dos (7%). En agosto de 2003, la multinacional holandesa Rodamco dio la «espantá» ante el riesgo de una inversión que ya atravesaba más dificultades de las previstas. La empresa había gastado ya 7,5 millones de euros sin haber avanzado un ápice en su proyecto. Quedaron entonces con un 25% cada una las cajas, Ayesa y Grupo Dos (del empresario José Antonio Saénz). Tras las presiones de IU para aprobar el proyecto, Ayesa-Mundivivienda y Grupo Dos vendieron en 2004 el 50% de las acciones a El Monte, quedando las cajas como únicos promotores. Se acuerda, no obstante, que Ayesa -del empresario José Luis Manzanares- se hiciera cargo de la ingeniería y la gestión de las obras de Puerto Triana. En cuanto a la edificabilidad, en un primer momento se planteó el proyecto con 72.000 metros cuadrados de zonas comerciales y de ocio, así como 15.000 metros cuadrados de oficinas. Por imperativos de la Junta de Andalucía, volvió a plantearse una zona comercial de 48.000 metros cuadrados, 15.000 metros cuadrados de oficina y 25.000 para un hotel. En 2005 se aprobó finalmente que Puerto Triana tendrá 68.000 metros cuadrados, de los que 48.000 serán para usos comerciales. El tiempo vuela y más aún para Puerto Triana. En 1999, la entonces alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, confió en que el proyecto saliera adelante durante su mandato, pero es posible que la primera piedra no se ponga hasta 2007, coincidiendo con las elecciones municipales. Ni el fichaje de José Rodríguez de la Borbolla como asesor de Puerto Triana ni de Ginés Aparicio, uno de los artífices de la Expo, lograron acelerar los trámites del proyecto. En lo que respecta al proyecto arquitectónico, en el año 2000 el Ayuntamiento de Sevilla anunció que Ricardo Bofill diseñaría el edificio, lo que no dejó de sorprender, toda vez que la empresa Puerto Triana es privada y libre para decidir ese aspecto. Ese mismo año, los promotores proclamaron su intención de inaugurar el proyecto en enero de 2003, con una inversión de 120 millones de euros. Izquierda Unida llegó a exigir un informe de impacto ambiental por considerar el proyecto de un rascacielos en la Cartuja como una «locura» y un «brutal atentado al Patrimonio». Izquierda Unida, que ahora apoya el proyecto, no tuvo tampoco reparos en pedir la salida de las cajas del accionariado de Puerto Triana, lo que le dejó en una posición delicada cuando El Monte y San Fernando se convirtieron en únicos propietarios.

M. J. P

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