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Carmen Rodríguez Ares, presidenta de la Sociedad Estatal de Gestión de Activos «Agesa»

Terra Noticias | Jueves, 01 de Enero de 1970, 00:00:00

Durante un año Agesa estuvo descabezada hasta su llegada a la presidencia en 2005. Se llegó a decir que la empresa tenía sus días contados -La empresa está perfectamente asentada, muy sólida y bien situada en Sevilla. Desde el punto de vista económico tiene una situación inmejorable. Es una las empresas de Patrimonio del Estado que puede presumir de buenos resultados y ello es consecuencia de un trabajo excelentemente bien realizado por mi equipo y mis antecesores. He llegado en un momento dulce comparado con lo que han tenido que vivir quienes me precedieron.

-Agesa es una perita en dulce a la que muchos quieren hincarle el diente -Es posible. -¿Tiene sentido la coexistencia de Cartuja 93 y Agesa? -El objeto social de Cartuja 93 es organizar el parque tecnológico y científica, algo que está haciendo muy bien. El 30% de los activos de Agesa está dentro de Cartuja 93, lo que da derecho a la vicepresidencia de esa sociedad porque tiene el 37% de su accionariado. No creo, sin embargo, que para que que Cartuja 93 desarrolle perfectamente su función sea necesario que tenga una cantidad de activos grande o que tome plena posesión de los bienes del Estado en la isla. En otras palabras, Agesa es una propietaria más dentro de la comunidad de vecinos de Cartuja 93, como cualquier otra empresa.

-Pues José Antonio Viera, presidente de Cartuja 93, llegó a pedir los activos de Agesa para dar músculo financiero al parque científico y tecnológico. -Agesa tiene su razón de ser perfectamente al margen de Cartuja 93. Creo que fue una buena decisión crear Agesa. Con los años se ha demostrado que la gestión de lo público también puede ser eficaz y puede hacerse sin ningún tipo de sonrojo y en pie de igualdad con los privados. Ello se ha demostrado a base de diseñar y estructurar plantillas adecuadas, de formar a la gente, de tener convenios colectivos y sufrir problemas de mercado como todo el mundo. Los resultados están ahí. la sociedad estatal Agesa tuvo en 2005 un total de 12 millones de euros de beneficios después de impuestos y por primera vez en su historia entregará al Estado un dividendo de 5 millones de euros. -¿Qué sentido tiene que una empresa pública reparta dividendos? -Hay una idea presente en muchos ciudadanos de que la empresa pública es sólo aquella que viene a superar los baches de las privadas. Al final siempre hay una especie de dualidad entre situación de pérdidas y público. Sin embargo, Agesa rompe la imagen de lo que es una empresa pública porque genera beneficios, por lo que no apela al presupuesto público, es autosuficiente y capaz de generar renta vía inversión. -A los sevillanos se les ha quedado un sabor agridulce porque Agesa no ha reutilizado el Omnimax. -Cuando yo llegué a la presidencia de Agesa en 2005, el avance del PGOU estaba aprobado y ya contemplaba una gran avenida, la Gerencia de Urbanismo, Emvisesa y los edificios de Puerto Triana en la zona donde estaba ubicado el Omnimax. Por otra parte, la maquinaria del cine no era de Agesa, sino que era alquilada a una empresa canadiense radicada en Suiza, que hizo una oferta de venta en el último momento que nunca cuajó. Por otra parte, edificar un edificio con las características necesarias para el cine Omnimax es carísimo y no le salían las cuentas a quienes estuvieron interesados. -Agesa construirá 21.000 metros cuadrados de oficinas en el Palenque. Hay quien le acusa de especuladora. -Agesa no especula haciendo oficinas en el Palenque. No hay que olvidar que Agesa es una empresa y que esa parcela no es compatible con los usos científicos y tecnológicos del parque. En su día se autorizó actividades de ocio allí porque había que potenciar la isla y el año 93 fue especialmente duro en Sevilla. Entonces no había nada alrededor del Palenque, pero hoy está rodeado de empresas. Los conciertos y las copas no parecen compatibles con un parque científico y tecnológico. Queremos hacer allí un edificio de oficinas aprovechando al máximo la edificabilidad y haciendo un parking de tres o cuatro plantas bajo rasante. Allí preveemos también un gran centro para empresas como puede ser el Edificio Expo, pero más vanguardista, con un club social, un gimnasio, un restaurante... -¿Es usted contraria a la construcción de viviendas en la isla de la Cartuja? -Tengo noticias de que el proyecto de viviendas en la isla se ha abandonado totalmente. Hay un modelo de ciudad en el que el arquitecto entiende que cada zona tiene que dar soluciones a todo: tu puesto de trabajo, tu escuela, tu zona de ocio, tu vivienda... Hay otra posición, que en este caso es la que ha predominado, que entiende que las zonas de trabajo tiene unas características y unas exigencias que hacen difícil compatibilizarlas con viviendas, escuelas y ocio. Los parques tecnológicos y empresariales que todos conocemos responden a esa segunda posición.

Vocento/VMT