Expo92.es: Web para una exposición universal

Os presento a una de nuestras foreras, "anghelandreea":

Se llama Andreea, se apellida Anghel y es de Timisoara, al oeste de Rumania, en el año 2007 vino a España con una beca Erasmus para terminar sus estudios de arquitectura en la Universidad de Sevilla. Un día se adentró en la Isla de la Cartuja buscando impresionarse con la herencia de la Exposición Universal, pero volvió apenada por el estado en que encontró parte del recinto.

“La demolición del Palenque me dolió especialmente, eliminar un lugar de encuentro para hacer oficinas me parece horrible”. Me comenta en un perfecto español. “El pabellón de Hungría es de los que más me gustan y el de Chile es una buena muestra de cómo puede adaptarse un edificio singular a un nuevo uso sin modificar sustancialmente su estructura, ojala se hubieran conservado más pabellones”.

Pero en la Isla de la Cartuja no solo vio abandono, también vio un enorme potencial, tanto que le motivo a situar en la Cartuja su proyecto de fin de carrera. “Quería hacer algo que recuperase la esencia de la Expo, un proyecto sostenible, integrado en el entorno pero a la vez atractivo para el visitante”. Desde entonces no ha parado de leer sobre las Exposiciones Universales, de escanear libros y libros sobre la Expo´92, sobre el programa Raices, sobre el microclima, …

“Decidí situar mi proyecto en los jardines por ser una zona que llevaba años abandonada y concretamente la parcela del pabellón de la Naturaleza me pareció muy atractiva”. Expuso la idea a su universidad en Rumania, viajó tres veces a España, pidió innumerables permisos para poder visitar la zona y gracias a su empeño, a su tesón y a su dedicación ha creado un proyecto que le ha merecido la nota más alta de su curso. Pero Andrea no quiere que tanto trabajo se quede solo en un proyecto, por eso se ha entrevistado con personal de la Junta para exponerle su idea.

Andrea ha creado un edificio muy liviano, con cubiertas vegetales para tamizar la luz y dar sombra y que intenta relacionarse con el río. Destaca su estructura a base de “costillas” muy del estilo de Calatrava, uno de sus arquitectos preferidos.

“El proyecto pretende ejercer como nexo de unión entre los diferentes espacios museísticos cercanos (P. de la Navegación, Monasterio, P. del Futuro, &hellip e intenta seguir las líneas básicas de Naturalia XXI. El edificio será multidisciplinar y apostará por la educación medioambiental, contará con biblioteca, sala de exposiciones, de conferencias, tendrá un escenario en el rio, se recuperará la burbuja amazónica y se creara un jardín botánico integrado en la red andaluza. También tendrá cafetería y terrazas sobre el río a distintos niveles".

Esta joven arquitecta sabe que su proyecto llega tarde, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en colaboración con el Ayuntamiento ya está ejecutando una obra en la zona que le devolverá, en parte, la fisonomía que tenia en 1992 y que reutilizará el pabellón de la Naturaleza como aula medioambiental pero Andrea no se resigna, cree en su proyecto y lo ve abarcable por las administraciones, “quizás dentro de unos años…”.

A finales de agosto vuelve a Rumania, no sin antes pasar por la Expo de Zaragoza, “tengo ganas de ver el pabellón puente de Zaha”. Andreea espera volver pronto a Sevilla donde deja algo más que sus ilusiones.

Desde aquí todo mi apoyo y gracias por intentar hacer de la Cartuja un lugar mejor.