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El proyecto de Bofill para Puerto Triana tendrá una torre de 80 metros junto al Cachorro

ABC de Sevilla | Jueves, 01 de Enero de 1970, 00:00:00

Puerto Triana tendrá, finalmente, el «hito emblemático» propuesto por el autor del desño definitivo, Ricardo Bofill. La torre de 80 metros de altura y 20 plantas es, de hecho, el elemento más característico del proyecto básico que acaba de terminar. De ir a buen ritmo el proceso urbanístico, las obras comenzarán en primavera y el complejo sería una realidad en 2003.

No es sólo un simple centro comercial y de ocio. Puerto Triana, según la idea del autor de su diseño definitivo, el urbanista y arquitecto catalán Ricardo Bofill, aspira a ser mucho más. «Una ciudad cultural, lúdica, comercial y, sobre todo, ecológica y coherente con el entorno, dentro de la gran ciudad que es Sevilla». Una ciudad con sus calles y plazas, en la que la combinación del agua y la vegetación en su exterior es uno de los dos elementos distintivos de un complejo que carece de fachadas convencionales. El otro gran rasgo es el «hito emblemático» ideado por Bofill, una torre de 20 plantas y una altura máxima de 80 metros -20 menos que la Giralda- que, tras la superación de las dificultades iniciales que planteó su posible construcción, se llevará finalmente a cabo.

REFERENTE INTERNACIONAL Este «hito» se erigirá en la orilla del Guadalquivir, junto al Puente del Cachorro y en paralelo con la Torre Shindler que, con sus 64 metros de altura, ha sido hasta ahora el más esbelto referente visual de la arquitectura moderna, legado de la Expo, existente en la costa de la Cartuja que mira al Centro Histórico. Con este ambicioso coloso arquitectónico, que probablemente será bautizada como «Torre Bofill» como el elemento más representativo de la primera obra que el prestigioso urbanista y arquitecto catalán realizará en Sevilla, Puerto Triana pretende ser un referente estético internacional , un complejo que capte hacia Sevilla la atención del extranjero». En este sentido, la torre, que acogerá en su interior un gran centro de negocios es, sin duda, el elemento más simbólico del proyecto básico o anteproyecto que, como ya informó ABC, ha finalizado Bofill después de tres meses de trabajo. Aunque, en un primer momento no estaba muy clara la viabilidad de su construcción, finalmente la Gerencia Municipal de Urbanismo ha dado su visto bueno no sólo a la ejecución de la misma, sino a la totalidad del proyecto, que ha sido consensuado estos últimos meses con los promotores. Pero del proyecto elaborado por Bofill para Puerto Triaba, sobresalen otros no menos originales elementos, como el jardín moderno que ha diseñado para el talud vegetal que se ubicará, en lugar de una fachada convencional, en la parte posterior de la construcción. Asimismo, el complejo tampoco tendrá, en su cara principal, una fachada como tal, sino una aterrazada en dos niveles principales, con una cascada de agua, que permita disfrutar, con restaurantes y bares al aire libre, de la orilla del río y del lago que se creará y que da nombre al complejo. De todos estos elementos, la construcción de la torre será, no obstante, el más costoso. De hecho, una buena parte de la inversión finalmente prevista -25.000 millones de pesetas frente a los 14.000 presupuestados inicialmente- se destinará a la ejecución de sus obras. En este sentido, la reciente entrada en la sociedad promotora -de la que ya formaban parte El Monte, Caja San Fernando y la empresa de ingeniería Ayesa- del grupo holandés Rodanco ha supuesto un impulso vital para la dotación de los mejores contenidos y la financiación del proyecto. LA MODIFICACIÓN DEL PGOU, YA No menos importante será además el impulso urbanístico que, como también adelantó ABC, dará a Puerto Triana la Gerencia Municipal de Urbanismo el próximo miércoles, al llevar a su Consejo la aprobación provisional de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana que requiere el proyecto para salir adelante. Solventando este trámite, el futuro del complejo dependerá, fundamentalmente, de la Junta de Andalucía, que también deberá mostrar su conformidad con el proyecto, sobre todo en lo que a reordenación del tráfico en la zona aledaña se refiere. Posteriormente, será necesario aprobar un Plan Especial de Reforma Interior (Peri), con el que desarrollar la modificación del PGOU, y readactar un proyecto de urbanización, así como otro de construcción. Concluido todo este proceso, podrá iniciarse la construcción del complejo. De ir a buen ritmo el cumplimiento de plazos, las obras comenzarías, con dos años de retraso, en primavera y Puerto Triana sería una realidad en las navidades del año 2003.

Elena Benítez Alonso