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El Estado da al Ayuntamiento hasta fin de año para acometer la reutilización del telecabina del 92

ABC de Sevilla | Jueves, 01 de Enero de 1970, 00:00:00

La puesta en marcha del teleférico costaría alrededor de 600.000 euros

La sociedad estatal gestora del activo de la Expo, Agesa, confía en que el telecabina vuelva a funcionar en un año, aunque el monorraíl podría acabar como chatarra

Un total de 240.408,84 euros, 40 millones de pesetas, son los que abonará Agesa, y Patrimonio del Estado ha garantizado, para la recuperación del Jardín Americano de la Expo 92, abandonado prácticamente desde que la Muestra Universal se clausuró. Tras años de abandono por la desidia municipal, a pesar de que fue el propio Ayuntamiento el que tras la Expo pidió al Estado que abandonara su propósito de subastar el tren monorraíl y el telecabina del 92 con el fin de que la ciudad pudiera seguir beneficiándose del uso de estos activos, la nueva andadura del teleférico de la Expo podía ser realidad en un año, una vez que el Ayuntamiento dé el visto bueno al proyecto propuesto hace meses por Agesa como sociedad estatal gestora de activos de la muestra. De hecho, después de que tuviera que ser la propia entidad titular del telecabina la que buscara la fórmula capaz de ponerlo en anda tras varios años en desuso, Agesa se ha marcado el plazo de hasta final de año para conseguir que estos planes de reutilización arranquen de forma definitiva a través de la firma de un convenio con la Gerencia Municipal de Urbanismo. Para el monorraíl, sin embargo, las perspectivas son menos esperanzadoras. Oxidado y, en general, más afectado por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, su destino se vislumbra un tanto más oscuro, ya que podría acabar vendido para chatarra. Subasta paralizada El 8 de enero de 1995 el telecabina dio su última vuelta. Habían pasado poco más de dos años desde la clausura de la Expo y el que fuera uno de sus principales activos, y por aquel entonces todo un referente de las tecnologías del transporte moderno, había seguido utilizándose después del 92 en lo que se bautizó como Parque de los Descubrimientos, un proyecto que nació de la mano de Partecsa como un intento de dar una cierta continuidad a lo que el fenómeno Expo significó para la ciudad, sirviéndose para ello de parte del recinto de la muestra e, incluso, de sus propios activos. El Parque de los Descubrimientos no tuvo, no obstante, demasiado éxito, aunque sí, por tanto, una vida más corta de lo que sus gestores esperaban. Fue entonces cuando el telecabina y otros activos, como el monorraíl, regresaron a Patrimonio del Estado, que había financiado su adquisición para la Expo, y, en concreto, a Agesa, como sociedad estatal gestora de activos de la muestra del 92. Su desuso llevó a acordar en aquel momento la subasta de un paquete con ambos. Pero, ante esta situación, el Ayuntamiento requirió, en abril del 98, en Pleno al Estado la suspensión de la subasta de unos activos -se argumentaba- que no debían marcharse de la ciudad, por lo que se pedía además su cesión. «La última posibilidad» Sin embargo, salvo algunas manifestaciones que quedaron en el aire, el Gobierno municipal no volvió a mostrar interés por la reutilización de este legado de la Expo hasta enero de 2003, cuando, a raíz de la propuesta lanzada por la sociedad estatal, se insta en Pleno a que Ayuntamiento y Agesa analicen las posibilidades «reales» de la nueva puesta en marcha del telecabina, la posible ampliación de su trazado y los usos comerciales de sus estaciones e instalaciones, en general. Tras las pasadas elecciones municipales, los contactos se reanudaron, de manera que, desde la sociedad estatal, se ha marcado el plazo de final de año para, según ha explicado a ABC su presidente, Luis Miguel Martín Rubio, suscribir un convenio entre las administraciones local y estatal, que posibilite el «despegue definitivo» del proyecto ideado por Agesa. Con ello, el teleférico volvería a estar en funcionamiento en un año. «Se trata de darle la última posibilidad al telecabina de la Expo. No puede seguir en el paisaje urbano algo que no funciona. Por eso, o se le da uso como elemento de transporte, o se desmonta y se vende». Ampliar el recorrido La idea es que, como ya informó ABC, en una primera fase se recupere el recorrido original, desde la calle Torneo hasta la que fuera Plaza de América en la Expo. Más adelante, este trazado se ampliaría hasta el Parque del Alamillo. Para las perspectivas más inmediatas de reutilización, el coste ha sido cifrado, en un primer análisis, por los técnicos de Agesa entre 500.000 y 600.000 euros o, lo que es lo mismo, entre unos ochenta y cien millones de las antiguas pesetas, cifras que coincidirían con las de costes de explotación de este medio de transporte, también estimado en medio millón de euros.

Elena Benítez Alonso

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