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La Cartuja no tendrá vallas para integrarse mejor en la ciudad

El Correo de Andalucía | Lunes, 26 de Abril de 2010, 12:28:14

La barrera que da a la avenida Carlos III será la primera en eliminarse y se retirará cuando se mude la Policía Local

Las vallas empezarán a desaparecer de la Cartuja a finales de este mismo año, y lo harán por la parte oeste, la que da a la avenida de Carlos III. Éste será el inicio, el primer paso de una determinación que está tomada: las vallas tienen que desaparecer de la isla, algo que se ve necesario para ayudar a su integración como un barrio más de la ciudad como lo es también su transformación en un distrito municipal independiente, que hoy se formaliza en un Pleno extraordinario.

Los plazos para la eliminación de esta barrera están ahora mismo condicionados por cuándo se produce exactamente el traslado de la Policía Local a sus nuevas instalaciones de La Ranilla, donde se ubicaba la antigua cárcel. Este edificio está ya prácticamente terminado pero todavía resta la fase de equipamiento, por lo que se calcula que no será hasta noviembre cuando concluyan estos trabajos. En cuanto la Policía Local se vaya, la empresa Detea (adjudicataria de los trabajos) acometerá la remodelación de un área de 95.000 metros cuadrados de terreno propiedad de Agesa (la entidad heredera de los activos de la Expo) y la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA). Los cambios llevarán aparejados la erradicación de la valla en toda la zona oeste de la isla. ¿Y cuándo se irán eliminando en el resto del recinto? El elemento clave es la llegada del Cercanías, prevista para 2011, lo que permitirá variar todo el actual sistema de aparcamientos y con ello reurbanizar la isla. Éste es uno de los factores clave en el nuevo plan de movilidad que el Círculo de Empresarios negocia ahora con el Ayuntamiento, que prevé también la introducción de la zona azul y la habilitación de 2.000 nuevas plazas de aparcamiento. Otra cuestión a tener en cuenta es el auditorio de la Sociedad General de Autores (SGAE, que técnicamente se llamará ARTeria Cartuja) que, con sus 3.500 butacas –el más grande de Sevilla–, se termina de construir donde se levantaban los pabellones de Venezuela y Rusia. El inmueble, en la avenida Leonardo da Vinci, está previsto que se acabe también para 2011. Esto conllevará una importante afluencia de público sobre todo los fines de semana para asistir a los espectáculos que se anuncian, lo que obliga a que para entonces el acceso a la isla sea mucho más fácil y fluido. El propio presidente de Cartuja 93, Isaías Pérez Saldaña, reconoce que las vallas tienen los días contados en el recinto. “Esto va a ser ahora un barrio más, y los barrios no se cierran”, explica de manera gráfica, de ahí que dé por hecho que “habrá que ir a otro sistema de seguridad” para la isla. A su juicio, la tapia “entorpece la llegada de visitantes, no invita a ir y además tampoco da garantías totales de seguridad”. El que desde hoy será delegado del Distrito Isla de la Cartuja, Juan Antonio Martínez Troncoso, también lo tiene claro en este sentido: “Hay que permeabilizar más la Cartuja”, que no sea una barrera. Otra zona en la que la valla tiene visos de que no tardará mucho en tirarse es en el frente Este, en la zona que da al pabellón de España, que gestiona Isla Mágica. Precisamente, la zona del parque temático es la que está más integrada en la ciudad, ya que carece de barrera conforme se entra por el puente de la Barqueta. De esta misma cercanía con Sevilla se benefician también el edificio de la RTVA, el Teatro Central y la discoteca Antique. Todo este entorno, además, cobrará más vida cuando Isla Mágica concrete el proyecto que ya tiene en marcha: un complejo hotelero, comercial o de restauración (los usos aún están por definir) en el parking de pases, el solar que hay junto a Antique.

Antonio Morente